Sé de tus deseos, de tu ansia irrefrenable por ofrecerte a Mí. Sé que aspiras a someterte, a ser entregada a mis amigas, a ser la sumisa de las que son Dóminas y observada por las que no lo son. Sé que nada deseas más que ser admitida como una de mis meretrices… Pero tambiénSigue leyendo «Mi querida meretriz»