Entre mis múltiples virtudes no está la paciencia y entre mis escasos defectos sí está la intolerancia con la desobediencia de mis sumis@s. Así pues, mi nuevo calabozo era necesario, la verdad. Y es que a veces, el castigo corporal solo puede administrarse en un entorno adecuado que permita a mis sumis@s asumir nítidamente suSigue leyendo «Mi nuevo calabozo»