Quiero presentaros a Loewe, mi nueva sumisa. Es dulce, cariñosa y atenta. Solo lleva tres días a mi servicio y ya se adelanta a mis deseos. Cuando la acepté en sumisión sabía que no me equivocaba. De hecho casi no ha sido necesario adiestrarla, y no porque alguien lo hubiera hecho antes, sino porque suSigue leyendo «Loewe, mi nueva sumisa»